Hoy en día podemos comprar ETFs con unos cuantos clicks. Parece simple, pero es importante conocer el proceso que ponemos en marcha cuando le damos a “Comprar” para no acabar pagando más de la cuenta.
¿Quiénes son los actores implicados? ¿cuáles son sus incentivos y qué factores debemos tener en cuenta a la hora de ejecutar operaciones?
El proceso de compra de un ETF suele ser el siguiente:
El inversor da una orden a su bróker para comprar el ETF en cuestión.
El bróker transmite la orden a la bolsa correspondiente (Bolsa de Ámsterdam, Fráncfort…).
La bolsa busca una contraparte para esa orden, es decir, alguien que quiera ejecutar la operación contraria -vender si nosotros queremos comprar-.
La orden se ejecuta y nosotros recibimos ETFs a cambio de nuestro dinero.
Veamos pues qué hace cada quién y qué debemos tener en cuenta a la hora de operar:
Bróker
Como inversores individuales no podemos acceder directamente al mercado para comprar un ETF o unas acciones, si no que necesitamos un intermediario, denominado bróker. El bróker se encarga de enviar nuestra orden al mercado y nos cobra una comisión por este servicio. La mayoría de bancos nos ofrecen también servicios de bróker, aunque existen brókers especializados que se dedican exclusivamente a esta labor, por lo general más económicos (Degiro, Interactive Brokers y otros). Es importante escoger un bróker seguro, con una buena plataforma para operar y unos costes bajos.
Mercado de valores
El mercado de valores, también conocido como bolsa, es el lugar donde se llevan a cabo las transacciones. Se encarga de casar a compradores con vendedores y de que una vez que la transacción se produce, una parte reciba el importe y la otra los ETFs acordados. Parte de la comisión que pagamos a nuestro bróker irá destinada a pagar a la bolsa por su labor.
La mayoría de los ETF que cotizan en Europa suelen hacerlo en varias bolsas al mismo tiempo. Esto tiene ventajas e inconvenientes. La principal ventaja es que el mismo ETF puede estar listado en varias monedas distintas, siendo el subyacente el mismo. Esto permite al inversor poder realizar la inversión en la divisa que más le interese y ahorrar en cambios de moneda. Por otro lado, el estar listado en varios mercados fragmenta la liquidez del ETF, haciendo que los volúmenes de compraventa en cada bolsa sean menores que si sólo estuviese listado en un solo mercado. Un mayor volumen de negociación suele estar relacionado con unos spreads menores. El spread es la diferencia entre el precio al que podemos comprar o vender un activo en un momento concreto. Luego hablaremos más sobre esto. Más abajo podemos ver las diferentes bolsas y divisas donde está listado uno de los ETFs globales más populares, el iShares Core MSCI World UCITS ETF (ISIN IE00B4L5Y983).
Market Makers
Cuando compramos un ETF normalmente nuestra operación no se cruza con la de otro inversor que quiere hacer la operación inversa en ese mismo momento, si no que suele ejecutarse contra un actor del mercado conocido como “Market Maker”.
Los market makers proveen liquidez en los mercados poniendo una orden de venta y otra de compra para un mismo ETF en cualquier momento. Gracias a ellos podemos comprar o vender cuando queramos. Su beneficio deriva de que el precio al que están dispuestos a comprar (Bid u oferta) es menor al precio al que están dispuestos a vender (Ask o demanda).
La diferencia entre el bid y el ask se denomina “spread” y se supone que el valor subyacente del ETF se encuentra alrededor del punto medio de este spread (midprice). En el caso de más abajo, 73,50€.
Los Market Makers utilizan instrumentos de gestión de riesgo para que su posición de mercado sea neutra. Esto significa que su beneficio no va a depender de que el precio del ETF suba o baje, si no del “Bid-Ask Spread” y del número de operaciones que ejecuten. Esto lo logran con coberturas con derivados, creación de la cesta de acciones que componen el ETF en cuestión, casando operaciones de compra y venta en el tiempo y otras estrategias.
Los inversores, al comprar, normalmente ejercen como “takers”. Esto es, en vez de proveer de liquidez al mercado, la “cogen” al ejecutar su orden de compra contra un ask de mercado. Como vemos el “maker” vende por encima del valor del activo subyacente y naturalmente el taker toma la posición contraria; compra con una prima. Esta situación tiene sentido: los makers ven recompensada su labor de proveer de liquidez al mercado con un pequeño beneficio por cada operación y los takers pagan un pequeño precio por ese servicio.
Cabe poner en valor la importancia del servicio de valoración que hacen los market makers. En muchas ocasiones, y sobre todo en los ETF en los que suelo operar, la obtención del valor del subyacente no es tan fácil como pudiese parecer. En el caso de un ETF que cotice en Europa y replique el Euro Stoxx 50 basta con fijarnos en la cotización de cada acción que compone el índice y ver su peso relativo en este. Sin embargo en el caso de ETFs con un sesgo global ocurre que algunas acciones que componen el índice no cotizan a las mismas horas. Pensemos en un ETF de mercados emergentes que cotiza en Europa. Cuando el mercado europeo abre por la mañana las acciones brasileñas que contiene este índice llevan horas sin cotizar mientras que durante la tarde europea las acciones asiáticas ya no estarán cotizando. Los market makers han de inferir el valor de estas de otras formas, y los inversores nos beneficiamos de esa labor.
El coste del spread muchas veces no es tenido en cuenta por el pequeño inversor. Esto no es de extrañar, ya que su cálculo no es tan obvio como el de, por ejemplo, la comisión explícita de compraventa que le pueda cobrar su bróker o la comisión de gestión del propio ETF, publicada en los documentos del mismo y en multitud de webs. A esto se suma que en muchos casos la información de mercado que ofrecen los brókers y bancos a través de los que se suele operar está retrasada a menos que se pague una suscripción.
Horario de negociación
Los mercados de valores tienen horarios y sólo podremos hacer compras y ventas cuando están abiertos. La mayoría de bolsas europeas abre a las 9am y cierra a las 17:30.
Observando los principales ETFs globales cotizados en EUR he observado lo siguiente:
Volumen:
El volumen es el número de operaciones que se hacen para un determinado ETF. Los ETF que cotizan en Fráncfort (XETRA) suelen tener un volumen mayor que esos mismos ETF que cotizan en otras bolsas (principalmente Ámsterdam y Milán).
Spreads:
Los ETF listados en Fráncfort tienen los menores Spreads.
Horas de negociación:
-09:00 a 10:00.
Los días suelen empezar con spreads mayores, que se van ajustando a la baja hasta estabilizarse alrededor de las 10:00.
-10:01 a 14:29.
Por norma general parece el período del día con los spreads más bajos y estables. No obstante se observan ligeros aumentos en las horas en punto.
-13:00, 14:00, 14:30, 15:30 y 16:00.
Aumento marcado de los spreads en todos los ETF analizados.
-14:31 a 17:30.
Aumento de los spreads y la volatilidad de los mismos en la mayoría de los ETF.
Más abajo podemos ver un ejemplo. Las barras grises representan el spread medio para cada minuto del ETF iShares MSCI World (ISIN IE00B4L5Y983) cotizado en la bolsa de Ámsterdam. Los puntos blancos son el spread observado durante el último día de cotización.
Todos los demás ETF observados tienen características similares.
Entonces ¿cómo debemos comprar ETFs?
Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que las tarifas de nuestro bróker son competitivas. Tras esto, debemos elegir que tipo de actor seremos en el mercado. La inmensa mayoría de inversores particulares actúan como “takers”, esto es, demandan liquidez rápida por parte del mercado para ejecutar sus órdenes. Es la opción más cómoda. Si queremos una ejecución inmediata una buena práctica es limitar la orden al precio del Ask. Si enviamos una orden de compra a mercado (esto es, sin establecer un precio máximo de compra) podemos llevarnos una sorpresa y acabar comprando a un precio mayor del que pensábamos, sobre todo si el ETF no es muy líquido. En base a mi experiencia es interesante limitar las órdenes de compra un poco por debajo del Ask, pero por encima del “midprice”. De esta manera estaremos pagando todavía una prima por la compra (haciendo la operación interesante para los Market Makers). Este tipo de órdenes suelen ejecutarse.
Si estamos dispuestos a complicarnos un poco más otra opción sería hacer de “market makers”. Esta opción es un poco más compleja y requiere algo más de dedicación. Para hacerlo de forma manual deberíamos de poner una orden limitada de compra un poco por encima del Bid, pero por debajo del “midprice”. De esta forma estaríamos ofreciéndonos a comprar ETFs pero con un ligero descuento. Eso sí, deberíamos esperar a que aparezca un vendedor “taker” de ese ETF. Mientras aparece, deberíamos ir ajustando nuestro precio límite a medida que el Bid-Ask va moviéndose. Otra opción, que requiere una dosis de dedicación extra, es la de programar una órden para que vaya ajustándose automáticamente.
Todos estos pequeños ahorros a la hora de ejecutar nuestras operaciones pueden parecer insignificantes, pero sumados a lo largo de los años y multipllicados por el poder de los intereses compuestos, pueden suponer unos miles de euros a lo largo de nuestra vida como inversores.
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