Como asesor financiero, la pregunta que más me han hecho es si es buen momento para invertir. Se refieren a si creo que si invierten en ese momento el mercado, o esa acción en particular, va a subir después, o si es más adecuado esperar un momento de compra mejor.
Lo que viene a continuación, en esta y futuras entradas, son algunas reflexiones que me parecen relevantes para responder a esta cuestión. Nuestra visión sobre si existen gestores con la habilidad de prever cuando es buen momento de invertir, y si nosotros tenemos a su vez la capacidad de identificarlos para confiarles nuestros ahorros, es fundamental a la hora de elegir nuestro estilo de inversión.
Un buen punto de partida para analizar esta cuestión es la definición que os comentaba en la entrada anterior que hace de los mercados financieros Benjamin Graham. Los define como una máquina que en el corto plazo fija los precios con base en los votos (opiniones) de sus participantes, pero que en el largo plazo actúa como una máquina de pesar, en la que los precios vienen determinados por los beneficios o pérdidas de las compañías que lo integran.
En esta entrada vamos a analizar la primera parte, el corto plazo. Para saber hacia donde van los precios deberíamos ser capaces de anticipar la opinión de los demás participantes en el mercado. Si son optimistas, comprarán, y los precios subirán, si son pesimistas venderán, haciendo que bajen.
El problema de anticipar como van a actuar los demás se ha estudiado en teoría de juegos, un área de la matemática aplicada, desde hace años. El economista John Maynard Keynes propuso el siguiente juego:
En un periódico se publican las caras de 100 personas y los participantes tienen que escoger las seis que crean que van a ser más populares entre el resto de jugadores. Un jugador podría estar tentado a escoger las caras que le parecen más atractivas, pero se daría cuenta en seguida de que para ganar tiene en realidad que escoger las que les parezcan más atractivas a los demás participantes. Si pensase un poco más, se daría cuenta de que algunos participantes habrán llegado también a esta conclusión, y en realidad debe escoger las caras que los demás participantes piensen que van a ser las caras más atractivas para los demás participantes. Si pensase otro poco más...
Otra versión es el juego de los dos tercios (2/3). Este juego consiste en escoger un número del 0 al 100. El ganador será el jugador que escoja el número más cercano a 2/3 de la media de los números escogidos por todos los participantes. Por lo tanto, si un jugador piensa que los demás van a escoger números al azar, estimará la media de esos números en 50, y por lo tanto escogerá el 33 (2/3*50=33). Pero al igual que en el juego de Keynes, en seguida se dará cuenta que lo más probable es que los demás jugadores hayan llegado a la misma conclusión, y por lo tanto escoja 2/3 de 33, 22. Aunque podrá pensar que los demás participantes han llegado también a esta conclusión y por lo tanto escoja 2/3*22=15. Si todos los participantes fuesen racionales, la mejor elección acabaría siendo 0, y nadie ganaría. El Financial Times llevó a cabo este juego; el número ganador resultó ser el 13. Algún participante no fue todo lo racional que se podría esperar. Quizás otro eligió el número del día que nació su hija. Alguno simplemente no entendió bien el juego o se equivocó.
Para ganar el concurso del Financial Times o saber si es buen momento para invertir en el corto plazo, deberías por tanto conocer no sólo cual es la acción racional que se puede esperar, sino también el grado de irracionalidad y los errores de los demás participantes. Desgraciadamente invertir no es un juego, y lo más importante no es participar.
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